jueves, 7 de diciembre de 2017

"ZORRADAS" de Julio C. da Rosa.

Fragmento del texto "Zorradas" de Julio C. da Rosa.

    Que yo fuera buscabichos, no quiere decir que todos los bichos me fueran simpáticos. A algunos se las tenía juradas.
     Si los buscaba, no era por cierto para ofrecerles mi cariño. Uno de ellos fue el zorro. Aparecía una gallina muerta y sin pechuga. “¡Zorro!” decían los mayores.
     Estuve junto a la trampa. Allí estaba, mismo, el matrero. Era un zorro regular; pelo grisáceo renegrido, aspecto y tamaño de un perro policía joven; cola apenachada. Estaba furioso de impotencia.
       Mi  tío agarró un maneador, y, como pudo, enlazó al zorro y lo hizo salir.
       Pude manotear un palo grueso y acertarle al enemigo dos o tres garrotazos. El zorro comenzó a tambalear, para desplomarse enseguida, completamente inmóvil... “Muerto”, me dije.
 Y a mi tío:-Lo maté.
-Capaz que sí…
-¿Qué hago?
-Pues y si lo mató, sáquele el maneador.
   Obedecí. De lo demás, no quise acordarme. Al volverme para cargarlo, “el muerto” se había incorporado.


MATRERO: Que se aleja de los lugares de pastoreo.
MANEADOR: Tira larga de cuero para sujetar a los animales
CONTESTA
¿Qué le pasó al zorro?
A) SE MURIÓ
B) SE DESMAYÓ
C) FINGIÓ ESTAR MUERTO


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